sábado, 31 de marzo de 2018

La última traza


Desde el aire se veía una línea blanca discontinua. Mall, el biólogo, volaba sobre ella cada vez que se acercaba  a la costa y estaba harto. No afectaba a su trabajo ya que los animales podían pasar de un lado a otro y no suponía ya la muralla que cortaba la región en dos hace unos años, pero era una mancha, un borrón que había que eliminar cuanto antes. -En la reunión de este viernes propondré su demolición -, pensaba mientras aterrizaba en la playa.

-La zona dunar es estable y los pedregales a derecha e izquierda se están recuperado muy rápido-, dijo Mall en voz alta a su grabadora mientras hacía las últimas comprobaciones en su traje, - El cormorán hembra número 3 ha anidado en la zona oeste de la playa, en la zona alta del acantilado, revisar con una cámara dron si ya ha puesto huevos-.


Llovía y soplaba un viento frío y húmedo, así que apuró para finalizar sus tareas cuanto antes. Mientras se acercaba a la orilla a comprobar la salinidad del agua, miró al norte, hacia el horizonte, pensado cuál sería su próximo destino, -Sicilia quizás o Creta. Sí, seguramente Creta, algún sitio del Mediterráneo seguro-.

Un mes después la enorme carretera de hormigón ya no estaba. Con los medios actuales su eliminación había llevado apenas una semana y la pradería ocupó su sitio. En toda la región sólo quedaron como vestigios humanos algunas pequeñas iglesias esparcidas aquí y allá, normalmente al lado de tejos centenarios. Arquitectura de hace dos mil años que los estudiantes de Tomorrow vendrían a admirar y analizar. Por lo demás, la presencia de humanos en la región  había sido totalmente erradicada.

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